Se sentó al costado de la bancada del partido que aceptó su postulación como independiente, al cargo de diputado por la circunscripción.- Cuando el presidente de la Cámara le ofreció la palabra; se levantó de un salto, como si lo hubiesen pinchado, se arregló la corbata como si esta le apretara el cuello, aclaró la garganta y se dirigió al presidente con estas palabras:
Señor Presidente, colegas Parlamentarios: Cuando un grupo de amigos me postuló para este cargo, como no pertenezco a ningún partido y tengo ideas muy propias, y todas ajenas a los ideales tan elevados que sustentan la mayoría de ellos, decidí junto con los amigos que dirigen mi candidatura, presentarme como independiente, como ello es prácticamente imposible, y solo es mas fácil acoplado a un partido, mis dirigentes ofrecieron mi candidatura a varios partidos, que no aceptaron porque opinaron que un desconocido, generalmente aporta pocos votos a la candidatura de su propio candidato.- El partido que me aceptó consideró que por el contrario, mi nombre le podía ayudar a su candidato, como saqué mas votos que el suyo, me encuentro representando a mi provincia.- Y créanme señores, que siento el peso de la tremenda responsabilidad que me he echado encima, y tengo verdadero miedo, de que las leyes que apoye, no sirvan para el fin que fueron creadas, y no ayuden al bienestar de mi país y de mi pueblo en particular.-
Cuando ingresé a esta enorme sala, sentí que ese cielo que esta tan alto me aplastaba y me sentí tremendamente pequeño; el cielo de mi pueblo, es millones de veces más grande y más alto, en las noches tachonado de estrellas, siento que no me aplasta, en él me creo libre y hasta canto, a pesar de tener pésima voz, porque mi pecho palpita suavemente al ritmo de la naturaleza.-
En cambio aquí, todo me oprime.- Escuché sus discursos, sonaban muy bonito, pero la verdad, discúlpenme, no los entendí.- Ya sé que la culpa no es suya, es solo mía, porque yo pienso como mi pueblo, a él no le gustan las palabras que se usan poco en nuestro lenguaje de uso corriente, pero que dicen mucho a los que saben y las entienden, pero a los nuestros no les dicen nada.- Es por eso que me encargaron que les pidiera que sus leyes sean precisas, en palabras que sea fácil entender, en frases que no den lugar a ‘resquicios legales’, que tergiversen el sentido de la ley.- A propósito; Esto me recuerda una interpretación de un pasaje de la Biblia: Un traductor relata un momento de la crucifixión, Cristo está entre los dos ladrones; uno ellos le dice a Jesús, Señor, acuérdate de mi, cuando estés en tu Reino, Jesús siente la profunda fe de ese hombre, que a pesar de verlo crucificado como el mismo a su lado, intuye, que es un ser superior; Lo mira y le habla: En verdad te digo, Hoy estarás conmigo en el paraíso.-
Una afirmación, plena, sin lugar a duda, el día estaba por terminar, dentro de esas pocas horas Cristo le ofrece con absoluta seguridad; Hoy, no mañana ni pasado, estarás conmigo, juntos en el paraíso.-
El otro traductor, escribe este parlamento con las mismas palabras: Señor, acuérdate de mí, cuando estés en tu Reino.-
Jesús le dice: En verdad te digo hoy, estarás conmigo en el Paraíso.-
¿Cuando? Hoy, mañana, ¿el próximo año?
Sería terrible, estimados colegas parlamentarios, que al dictar con poco cuidado y usando frases imprecisas, con solo correr, una simple coma, una ley nuestra se transforme en solo una esperanza para nuestro pueblo.-
He dicho señor Presidente.
Rafael Meza Ramírez
Lea Far
Señor Presidente, colegas Parlamentarios: Cuando un grupo de amigos me postuló para este cargo, como no pertenezco a ningún partido y tengo ideas muy propias, y todas ajenas a los ideales tan elevados que sustentan la mayoría de ellos, decidí junto con los amigos que dirigen mi candidatura, presentarme como independiente, como ello es prácticamente imposible, y solo es mas fácil acoplado a un partido, mis dirigentes ofrecieron mi candidatura a varios partidos, que no aceptaron porque opinaron que un desconocido, generalmente aporta pocos votos a la candidatura de su propio candidato.- El partido que me aceptó consideró que por el contrario, mi nombre le podía ayudar a su candidato, como saqué mas votos que el suyo, me encuentro representando a mi provincia.- Y créanme señores, que siento el peso de la tremenda responsabilidad que me he echado encima, y tengo verdadero miedo, de que las leyes que apoye, no sirvan para el fin que fueron creadas, y no ayuden al bienestar de mi país y de mi pueblo en particular.-
Cuando ingresé a esta enorme sala, sentí que ese cielo que esta tan alto me aplastaba y me sentí tremendamente pequeño; el cielo de mi pueblo, es millones de veces más grande y más alto, en las noches tachonado de estrellas, siento que no me aplasta, en él me creo libre y hasta canto, a pesar de tener pésima voz, porque mi pecho palpita suavemente al ritmo de la naturaleza.-
En cambio aquí, todo me oprime.- Escuché sus discursos, sonaban muy bonito, pero la verdad, discúlpenme, no los entendí.- Ya sé que la culpa no es suya, es solo mía, porque yo pienso como mi pueblo, a él no le gustan las palabras que se usan poco en nuestro lenguaje de uso corriente, pero que dicen mucho a los que saben y las entienden, pero a los nuestros no les dicen nada.- Es por eso que me encargaron que les pidiera que sus leyes sean precisas, en palabras que sea fácil entender, en frases que no den lugar a ‘resquicios legales’, que tergiversen el sentido de la ley.- A propósito; Esto me recuerda una interpretación de un pasaje de la Biblia: Un traductor relata un momento de la crucifixión, Cristo está entre los dos ladrones; uno ellos le dice a Jesús, Señor, acuérdate de mi, cuando estés en tu Reino, Jesús siente la profunda fe de ese hombre, que a pesar de verlo crucificado como el mismo a su lado, intuye, que es un ser superior; Lo mira y le habla: En verdad te digo, Hoy estarás conmigo en el paraíso.-
Una afirmación, plena, sin lugar a duda, el día estaba por terminar, dentro de esas pocas horas Cristo le ofrece con absoluta seguridad; Hoy, no mañana ni pasado, estarás conmigo, juntos en el paraíso.-
El otro traductor, escribe este parlamento con las mismas palabras: Señor, acuérdate de mí, cuando estés en tu Reino.-
Jesús le dice: En verdad te digo hoy, estarás conmigo en el Paraíso.-
¿Cuando? Hoy, mañana, ¿el próximo año?
Sería terrible, estimados colegas parlamentarios, que al dictar con poco cuidado y usando frases imprecisas, con solo correr, una simple coma, una ley nuestra se transforme en solo una esperanza para nuestro pueblo.-
He dicho señor Presidente.
Rafael Meza Ramírez
Lea Far
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