domingo, mayo 30, 2004

O F E N S A

Si una lágrima vez rodar por su mejilla
y sus ojos te miran con pesar,
es probable que tu voz causó una herida,
por lo honda, muy difícil de borrar.

Si tu voz, cargada con enojos,
hiere el alma del ser que te acompaña,
haz trizado sin piedad, ante tus ojos
el cristal del corazón, que así se empaña.

Si no quieres herir con tus palabras,
muerde tus labios sin lanzar la ofensa,
contarás hasta diez, después la calma,

llegará, lavando la borrasca.
La palabra es mas filuda que la espada,
me decía mi madre cuando niño,
y su voz, en el recuerdo, me alcanzaba,
justo a tiempo, de hacer un desatino.-

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